En un mundo en el que a pocos les agrada lo que hacen. Sueños.

Los artistas musicales quieren ser pornostars, los pornostars quieren ser de alta clase, los de la alta clase quieren ser hippies, los hippies quieren ser jueces, los jueces quieren ser periodistas, los periodistas quieren ser políticos, y los políticos quieren ser artistas. La insatisfacción huele que apesta. ¿Y yo? ¿qué quiero ser? Quizás el día que uno consiga ser lo que quiere ser dejará de ser un sueño,... será un sueño satisfecho y perderá su encanto, su halo de misterio,... su jugo. Mientras tanto sigamos borrachos de mentiras, de represiones, de drogas legales e ilegales y así soñaremos mejor y así nos creeremos mejor que lo nuestro es lo que quisimos, y lo que queremos. Pero lo malo es que a uno uno no puede engañarse. Me tomaré un copón de absenta, tanto como un cubo de fregona y dormiré un poco despierto, viviendo ser lo que no soy.
Churri.